sábado, 20 de junio de 2009

Paraísos

Viajando por Hungría

Hay un programa de TVE que vengo siguiendo desde hace muchos, muchísimos años. Bueno, esta afirmación no es del todo exacta, pues si bien es verdad que lo veo muchas veces, suele suceder que me lo encuentro por azar, haciendo uso del mando a distancia.
Así ha sucedido hoy cuando, después de una reparadora siesta compensatoria de nocturnos insomnios y un poco zángana todavía, me he puesto a pasear por las distintas cadenas hasta toparme en TVE2 con la para mí muy familiar sintonía de "Paraísos cercanos".

El Canádá y la Polinesia no son precisamente puntos cercanos, pero sí pueden ser paraísos, sobre todo por la forma en que los reporteros del programa te enseñan todo aquello que merece la pena ver, y que no siempre forma parte de los circuitos turísticos.

Gracias a este estupendo programa documental he podido pasearme por maravillosos lugares como la Patagonia o la Pampa argentina, nuestro vecino portugués desde Portimao hasta Oporto pasando por Coimbra, he conocido Jordania, la isla de Madeira, la península Escandinava, la Baviera alemana, el Silicon Valley, la ciudad perdida de Machu Pichu, he paseado en góndola por Venecia, he disfrutado del espectáculo multicolor de los jardines holandeses en primavera ......

Hoy hemos visitado Hungría y he aprendido que su primer rey se llamó Esteban, he recordado quién fue Matías Corvino, he navegado por el Danubio, he cruzado el puente de las cadenas para pasear por Buda y por Pest, me he maravillado con el espectacular Parlamento de Budapest, he visto pastar a sus búfalos que estuvieron al borde de la extinción, me han ofrecido un fantástico y arriesgadísimo espectáculo de doma de caballos, me he bañado en el lago Balatón (el que aparece en la imágen), he disfrutado de sus balnearios, me han enseñado iglesias, museos, teatros. He hecho un viaje en el metro más antiguo de Europa, el de Budapest, anterior a los de Paris o Moscú.
He visto a los húngaros cultivando sus viñas, decorando minuciosamente a mano tazas y platos, les he oído hablar en su idioma, el magiar. Me han hablado de su azarosa historia y de la afabilidad de sus gentes y todo, absolutamente todo, me ha sabido a poco.

Ha sido un periplo de aproximadamente una hora que ha servido, entre otras cosas, para hacerme desear intensamente visitar ese precioso país.

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3 comentarios:

Julio dijo...

¡Caray, contigo!

Lo que puede cundir una tarde!, paseos,visitas de iglesias, museos y teatros, bañarse en el lago ése, de noche y con el frío que debe hacer y encima ir de Buda hasta Pest, dando un paseo:-)

Y ya que mentas a Matías Corvino, también me ha servido para refrescar mi memoria, porque tenía sólo una leve idea de haberlo visto en algún libro de historia, porque nombre de futbolista no tiene. Yo, a los únicos húngaros que he conocido se llamaban Puskas, Kubala, Kocsis y nombres así.

Besos y feliz noche, sin insomnios, a ser posible.

M. Luz dijo...

Querido zoquete....

No me vas a hacer creer que tú precisamente, a pesar de que no acabes de encontrarle "el punto" a la música "seria", no has oído nombrar a Franz Liszt o a Béla Bartok. Vamos, es que estoy segura de que incluso conoces algunas de sus composiciones.

En cuanto a esos señores que nombras, pues sí, me suenan los dos primeros. Pero me parece que era yo muy chiquita cuando ellos andaban en las glorias deportivas.

Besosssss

Douce dijo...

Demos cuenta una vez más de nuestras ignorancias. Indudablemente ambos nombres me eran conocidos. Lo que pasa es que si no me lo aclaras, hubiera dicho que Listz era alemás o austríaco.

Conozco a más autores húngaros, por ejemplo a Tihamer Thot, cuyos libros me hacía leer mi padre, cuando me quitaba los tebeos. Así me tragué:"El joven de carácter", "El joven de porvenir" y otros 'jóvenes' de provecho.

Un beso