jueves, 12 de junio de 2008

MI PADRE

No sé si le habrá pasado a alguien alguna vez, supongo que sí.
Volvía yo del trabajo, conduciendo mi pequeño utilitario y oyendo la radio. Sin saber por qué, mi pensamiento voló hacia mi padre y una gran congoja se apoderó de mí. En mi mente empecé a hablarle, mientras gruesos lagrimones se deslizaban por mis mejillas:
-Papá, ¿realmente sabías cuánto te quería? Seguramente no, porque yo solamente me dí cuenta cuando me faltaste.
-Sé que fui la niña de tus ojos, tu favorita, tu "chiquitina", pero no recuerdo que yo respondiera adecuadamente a tus achuchones, mimos y carantoñas. De pequeña yo era, sin duda por mi gran timidez, bastante arisca y no llevaba muy bien tus besuqueos en mi carita de tres, cuatro, cinco años....
-Algunos desencuentros en mi adolescencia que me llevaron, orgullosa de mí sabedora de que tenía razón, hasta el punto de no querer hablar contigo durante semanas, se que obedecieron más a tu afán de protegerme que a un estilo machista de educar a tus hijos. Eso lo aprendí cuando me tocó a mí la dura tarea de domesticar a mi retoño.
-Se que rejuveneciste con la llegada de mi niña, la preferida entre todos tus nietos, la que identificó en tí a la figura del padre tanto o más que a la del abuelo. Recuerdo perfectamente cómo cogía con su manita la tuya algo temblorosa y cómo, ella sí, se dejaba abrazar a la vez que decía "¡abueeeelooooo, que pinchasss!".

Me he sentido culpable, papá, de no haberte querido lo suficiente, de no habértelo dicho cuando tocaba, de no haberlo sabido hasta que ya no podías enterarte de cuánto has significado en mi vida.
Dieciséis años ya que te fuiste, ¡tanto tiempo! Pero hoy te he sentido dentro, mucho.
Y tengo la sensación, mejor la certeza, de que sigues estando cerca, velando por mí, intentando protegerme de una manera que no sé explicar.

No me dejes de tu mano, papá. Sigo siendo tu pequeña. Y te necesito más que entonces.

http://es.youtube.com/watch?v=vfYWX7Ns24A