martes, 11 de mayo de 2010

ÉXODO, ¿una misión imposible?

Si tuviera la posibilidad, el poder de convicción y los medios económicos suficientes, que no los tengo, trataría de convencer a algunas personas, seres queridos -mi familia, mis amores (mejor, en singular), mis amigos, los suyos, las personas buenas, justas, sensibles- a que me acompañaran en una especie de moderno Éxodo.

Saldríamos en busca de un lugar en el que no existiera ese afán depredador, egoísta, de abuso de poder que está llevando a la humanidad a un punto de violencia de difícil retorno.

Un lugar donde poder establecer un nuevo modelo de convivencia en paz, libertad, respeto, responsabilidad, colaboración y concordia.

Pero no tengo posibilidad, ni poder de convicción, ni medios económicos suficientes. Y esta utopía no deja de ser una misión ... imposible