Michael Jackson
Era ayer, alrededor de las once y media de la noche, cuando Ernesto Sáenz de Buruaga daba la noticia, en medio de su estupendo programa
Madrid Opina: "ha fallecido Michael Jackson".
Fue totalmente perceptible el murmullo del público ante tal anuncio pues, gustos aparte, es impactante oir que todo un ídolo del pop ha fallecido a los 50 años.
Efectivamente, fue un rey del rock, del pop, del soul y del entretenimiento.
Para mí, en su faceta como artista, fué un auténtico genio de la música, con un talento especial para el baile,
la coreografía y el espectáculo.
Recuerdo haberle visto en uno de sus conciertos, allá por la década de los ochenta, en el colchonero estadio Vicente Calderón. Algo espectacular, inolvidable, profesional hasta el último detalle, tanto en los decorados, puesta en escena, vestuario como, y sobre todo, entrega del artista.
Mis gustos musicales son muy variados y abarcan a casi todos los estilos que no le resulten "insufribles" a mi oído. Pero yo tengo una teoría muy particular, que dice que hay una prueba que demuestra que una composición musical es buena, y esa es que pueda ser adaptada a una orquesta sinfónica y suene bien. Pues muchos temas de M. Jackson pasarían ese trámite con sobresaliente.
El caso es que ya me encandiló aquel negrito de ritmo endiablado, que cantaba con sus hermanos temas como ABC
Pero fuí siguiendo su evolución según iba madurando, bailé con sus canciones y celebré todos sus éxitos, convirtiéndole en uno de mis intérpretes favoritos, vida personal aparte.
De esa, de su vida personal, se ha hablado mucho, demasiado y, en mi modesta opinión, muchísimas veces de forma gratuita y otras con ocultos intereses detrás.
Es cierto que fue un tipo, cuando menos, muy peculiar. Pero no todo el mundo sabe de los problemas que tuvo con un padre dominador, lo que podría explicar su carácter tímido y retraído. Tampoco debe ser muy conocida la historia de su vitíligo, enfermedad que se agrava con el estrés y la ansiedad y que justificaría la cantidad de maquillaje, máscaras y burbujas que utilizaba.
Es posible que tuviera un interés "excesivo" por los niños, yo no lo sé. Pero fue juzgado y declarado inocente de la acusación de pedofilia. Si las familias que le acusaron no se hubieran forrado a cuenta de esas acusaciones, es probable que yo estuviera más predispuesta a creerlas. Pero me inclino a pensar en algún montaje con fines crematísticos. Y sobre todo, porque alguien tan comprometido con numerosas causas humanitarias o de protección de la naturaleza, que ha sido declarado por el libro Guinness de los records, como el artista que más dinero ha donado a caridad en la historia, con 300 millones de dólares, me cuesta creer que no fuera esencialmente bueno.
Para mí, se trataba de un ser atormentado, al que le llegó la notoriedad demasiado joven, en una familia en la que pronto se convirtió en la máquina de hacer dinero, y en la que no pudo desarrollarse convenientemente como individuo. Es lo que explicaría buena parte de sus extravagancias en materia de relaciones interpersonales, de pareja y de paternidad.
Tengo la sensación de que no fue feliz. Pero es mi percepción, que puede no coincidir con la realidad.
Lo que sí es una realidad es que ha sido el artista musical de más éxito de todos los tiempos, con indiscutibles números uno mundiales como
Thriller , cuyo videoclip es prácticamente un cortometraje de terror, y que contrasta con la suave melodía de
Heal the world o las románticas notas cargadas de erotismo de
Liberian Girl, una de mis favoritas.
Ahora empiezan las especulaciones sobre las circunstancias que han rodeado su muerte. Pero ya se ha convertido en un mito y comienza su leyenda.
Y yo deseo que allí donde esté, su espíritu haya encontrado la serenidad que tal vez no tuvo en vida y que repose plácidamente junto a otros mitos de leyenda como Frank Sinatra o Elvis Presley .
¡¡DESCANSE EN PAZ!!
Para saber más pinchar aquí