domingo, 31 de mayo de 2009

¡Santa Paciencia!

Una semana de dos santas: Paciencia y Resignación.
Que no sé si existen y mucho menos si se conmemoran en estos días.

Algún gracioso dice que, si después de los 40, un día te levantas y no te duele nada, lo más probable es que estés muerto.
Pues yo esta mañana, tras diez días penando por una inoportuna "ciática" que, incluso algún día, ha dificultado muchísimo mis habituales caminatas matinales, me he despertado como nueva. Tan bien me encontraba que he tenido que pellizcarme varias veces para confirmar que no estaba en el hoyo.
La felicidad completa ha durado poco, porque el combinado de analgésicos y antiinflamatorios que me aliviaron la susodicha molestia me han puesto "de pie" el estómago. Así que, una vez más, tuve que recurrir a esta buena santa, la Resignación.

Entre tirones, dolores y molestias varias, cada día intento estudiar dos o tres horas, tecleando los aburridísimos temas en el ordenador, como práctica "digital". Pues no ha habido día, en estos últimos siete, que no se me haya colgado, recolgado, detectado error y cerrado sin previo aviso el puñetero portátil, con el consiguiente cabreo al no haberse guardado todo lo avanzado.
Y el colmo ha sido esta tarde, con una complicada tabla que, tras perderla tres veces primero, ir guardando casi línea a línea y levantarme dolor de cabeza, no he conseguido terminar en tres horas, transcurridas las cuales he decidido mandarla a beber los vientos por ahí, porque mi otra santa, Paciencia, se me ha puesto en huelga de brazos caídos. Y lo entiendo, de verdad.

Así que, para esta próxima semana, si las cosas siguen de manera similar, voy a tener que recurrir a remedios caseros: ¡AJO Y AGUA!

De momento, me voy a la cocina, a ver si me relajo un poco metiendo las manos en la masa

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