domingo, 26 de octubre de 2014

LA VIDA PASA

SUNRISE, SUNSET

     Cambio de hora en la U.E., atrasamos relojes y tratamos de adaptarnos al nuevo horario.

     Para ser el día más largo del año, porque recuperamos una hora perdida seis meses atrás, se me ha pasado volando. Dormí mal, a trompicones, y me desperté mucho más tarde de lo que acostumbro, pero había amanecido un precioso día de "otoño veraniego" y no era cuestión de malgastarlo.
     
     Noticias que llegaron de lejos contribuyeron a alegrar  un poco más una jornada que se presentaba espléndida y que transcurrió en agradable compañía, llena de buen humor, risas y charlas distendidas.

     Y llegando ya la hora de retirarse a recargar pilas para acometer la nueva semana, y a pocos días del aniversario del fallecimiento de mi madre, reflexiono brevemente sobre lo rápido que se pasa la vida que desperdiciamos en la búsqueda compulsiva del bienestar material, lo poco que duran los buenos momentos, lo fugaz y esquiva que puede ser eso que llamamos felicidad, la cantidad de personas con las que compartí diferentes etapas y que, por uno u otro motivo, ya no están en ella. 

    Y como no disfruto poniendo música en mi vida, enseguida me vino a la mente uno de los temas más bonitos que se han compuesto para la historia del cine, concretamente para la película  El violinista en el tejado.


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