Se nos ha ido FRED

Manuel Alexandre

Era una de esas personas con cara de buena gente, de mirada transparente, con esa expresión de sempiterna inocencia que genera sosiego, que inspira ternura, que hace desear que sea "de los tuyos", ese abuelo entrañable que dejaste atrás hace tantos años.

Siempre me gustó su modo discreto y humilde de "estar", de interpretar, de hacer teatro, y a pesar de los innumerables papeles que encarnó, desde Calabuch y Bienvenido Mr. Marshall hasta ¿Y tú quien eres?, o la desternillante serie televisiva Los ladrones van a la oficina, me queda la agradable sensación que me produjo verle en Elsa y Fred, junto a China Zorrilla.

Hoy he sabido que frecuentaba el Café de Gijón, donde se decantaba por las sopas, y donde acompañaba con alguna infusión las tertulias que se organizaban alrededor de su mesa.
También he oído que estuvo enamorado, durante muchos años, de la misma mujer que se decidió por el también actor Agustín González, ya fallecido, lo que no impidió que ambos mantuvieran una buenísima amistad.

Supongo que, en estos días, veremos y oiremos algunas otras cosas de este actor, celoso de su intimidad.
Tenía muchos años y estaba enfermo, pero seguirá en el recuerdo durante mucho tiempo.