De la noche a la mañana, con nocturnidad y alevosía y apenas sin avisar... ¡Atttchiiisss!
Pues sí, el primer resfriado de la temporada ha hecho su aparición . El viernes era sólo uno. El lunes, tres más. Y hoy, casi la mitad de los colegas estábamos seriamente perjudicados, estornudando, moqueando, llorando una pena negra sin motivo.
Pues nada, vasito de leche, el vicksvaporub de toda la vida y a la cama dos días. Remedio infalible de nuestra más tierna infancia, al que acompañaba un chorreón de coñac cuando habíamos cruzado el umbral de la juventud.
Que ustedes lo estornuden bien.
Diez mitos sobre el resfriado
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